El lunes soñé que me gustabas. Fue algo muy raro. Y más extraño, porque llevo media vida odiándote y deseándote lo peor. No obstante, no le di mayor importancia. El martes volví a soñar contigo, en unos términos inequívocamente eróticos y en un entorno idílico. Fue perturbador, porque aunque el sueño había sido hermoso, la protagonista no debías ser tú,…
Piensa despacio, dispones de tiempo. Te parecerá poco, pero verás cómo se vuelve espeso, eterno, inacabable. Tienes tiempo, y recuerdos que proyectar. Forman parte de la sentencia: que recuerdes, que sufras, que te arrepientas. Que mueras también, sí; pero eso es lo de menos, ya lo verás: un instante apenas. Lo malo es lo que rondará por tu cabeza en…
Volveré a hacerlo, ya verán. A mí siempre me resulta fácil. Es mirar con atención, sonreír con dulzura, un par de gestos sutiles, y alguien se enamora sin remedio. Me sucedió toda la vida, y nunca dejó de maravillarme tal facilidad. Después de ese inicio, todo es muy sencillo. Me apropio de su voluntad. Con su consentimiento, eso sí. Nunca…
Me habláis a menudo de vuestra mala suerte, de vuestro penoso destino, de la rebeldía de que hacéis gala y de los deseos más ocultos que lleváis albergando a lo largo de vuestra corta vida. Yo os escucho siempre, porque os debo obediencia y respeto, y hasta diría que os quiero, pero me cuesta entenderos, princesa. Al fin y al…
Antaño te rogué, ¡oh, Calíope!, que cantaras en bien escandidos versos los efectos de la cólera de Aquiles mientras los aqueos sitiaban a Ilión, la inexpugnable. Años después, repetí mis súplicas para que contaras las vicisitudes del astuto Odiseo en su errabundo regreso a su hogar en Ítaca. Busqué tu aliento para disponer de buenas historias que contar a mi…
Hace algunas semanas que murió el abuelo. Me llevó varios días decidir si el hecho me entristecía, me alegraba, o sólo me aliviaba un tanto. La fecha de la lectura del testamento, hoy mismo, me había citado el notario un poco antes en su despacho para darme una carta a mi nombre. Dijo que debía entregármela en mano, personalmente. La…
El fotorreportero y el francotirador conocían sus respectivas historias. No diríamos admiración. No diremos respeto. Pero recíprocamente apreciaban la fama que precedía al otro. Durante mucho tiempo se buscaron. Pero sólo supieron uno del otro por alusiones periodísticas, indirectas. Uno, por sus acciones bélicas puntuales y quirúrgicas, de una precisión desesperante; también, por sus manifestaciones chulescas, sus provocaciones constantes. Otro,…
Como llovía a cántaros y hacía un frío que pelaba, el fiscal entró al juzgado como una sopa. Pero llegaba más contento que unas castañuelas porque el caso parecía estar chupado. Aunque lo primero que pensó del acusado fue que era más corto que las mangas de un chaleco y que tenía la cabeza a pájaros, lo cierto fue que…
Pudo escoger al final, con sumo tiento, una buena mujer con la que poder reír, conversar y dar paseos, y que le correspondiera. Luego eligió (con mucho dolor y todavía más dudas, nos dijo) los 200 libros y las 300 películas que más disfrute le hubieran procurado hasta entonces. Y acabó comprando, no sin esfuerzo, una casita de difícil acceso,…
Pero, venga, por favor, ¿qué les cuesta? Ya sé que sus circunstancias actuales son difíciles; pero ¿cuándo no? Deberían hacer caso a lo que aparece cada poco en los noticieros. Parece charlatanería, pero no, no, es cierto: reír prolonga la existencia. Hay estudios muy serios, créanme. Psicólogos, antropólogos, trabajadores sociales: todos trabajando en la misma dirección. Y los resultados no…