Llevo tanto tiempo dormida, que ya sólo sueño que sería un sueño despertar. Y cuando de nuevo noto esos labios sobre los míos, pienso que ha llegado el momento. Pero al querer atrapar su lengua, una bocanada de aire enrarecido es lo único que aspiro. Sigo durmiendo, pues, ya que el supuesto príncipe era otro actor más de mi sueño…
De entre todas las criaturas creadas por Yahvéh-Dios, había una que fascinaba a Adán, aún ingenuo, aún inocente, todavía único: un dinosaurio que siempre se encontraba apartado de los demás. Un día decidió entablar contacto con él, pese a que lo retraía un tanto su descomunal tamaño. Pese a ello, el gigantesco animal no manifestó temor ni cautela por su…
Ya han pasado varios meses desde que me dejaste, y sí, ya sé que el premio de la lotería de navidad fue muy suculento, y que podría sacarme de pobre, aunque todavía no se me han secado las lágrimas que sigo derramando, que la concesión de la cátedra de Estética en la universidad llegó con retraso (aunque la acepté igualmente),…
Caín adoraba a Abel, y era correspondido. Sólo amor exhalaban sus obras. Y cuando ofrecía a Dios sus sacrificios, era lo mejor de sus cosechas lo que entregaba al Supremo Hacedor. Éste, en cambio, prefería lo mejor de los rebaños de Abel, cuando hacía lo propio. Caín no entendía el trato de favor hacia su hermano, y ésa era una…
Las voces taladraban sus pensamientos. De continuo, sin descanso. Cada vez más inconexas. Ya no le servían para elaborar largos párrafos de monólogo interior. Pensó acabar de una vez por todas. Cuando todos estaban descansando, en un descuido se acercó a la orilla. Pudo aún ver el patrón convergente que formaban las dos orillas y la belleza cambiante de los…

Asombróse el Hidalgo de cuanto le decían de su propia vida, que alguien había puesto por escrito en un libro, que los que podían leían, y los que no lo contaban a los demás. Hasta que un día se decidió a comprobarlo en primera persona, y mandó a su sobrina a hacerse con un ejemplar de aquella historia que tal…
En su lecho de muerte, a edad provecta, Antonio llama a Omobono y Francesco, sus hijos dilectos. Con la mirada débil, los mira sereno, pero en sus ojos hay una última idea que desea transmitir. Los hijos se acercan a su rostro, inquietos. “No lo contéis nunca. Nunca. Sólo así seréis libres”. Lo dice con apenas un hilo de voz.…
Cuando posó la pluma, y dejó de soñar El Quijote, Alonso Quijano todavía se encontraba allí. Conversaron.
Platero se horrorizó nada más comenzar a leer La metamorfosis. Su rostro se endureció, su cuerpo se tensó y los ojos se le salieron de las órbitas. El poeta de Moguer jamás se habría fijado en él para su obra maestra. Platero ya fue otro, y nunca volvió a ser el mismo. El narrador checo siempre lo consigue, siempre. El…

Ultimada la tarea, David enfunda la espada, aún fresca de la sangre del gigante. En el semblante, indiferencia. En el cuerpo, el temblor reciente del desigual combate. En la figura, el escorzo de la gesta que el artista consagra. La honda no aparece: es material de pastores. La espada es la que lo define ahora, culminada su misión, anticipando las…