La envidia, contrariamente a lo que la mayoría piensa, no es querer hacer o tener algo que los demás sí hacen o tienen, y uno no. Esa es la acepción que se va imponiendo, por malos usos, como pasa siempre con las palabras. Pero la envidia primigenia no es eso, sino “el pesar por el bien ajeno”. Es decir, sentirse…