En julio de 1983, con 20 años cumplidos, comencé a escribir un diario. No sin sonrojo, transcribo sus primeras líneas, para que se entienda que si bien comencé tarde -como en muchas otras cosas-, mi mentalidad en lo concerniente a esta actividad no deja de ser la de un adolescente que dejó de serlo pero que aún lo era, en…
Las grandes catedrales francesas son pródigas en vidrieras. No es que las inventaran allí, pero sí fueron quienes elevaron ese arte a una categoría superior. Lo hicieron amparados en la desmaterialización de los muros que produjo la arquitectura gótica. Y las elaboraron mediante procedimientos secretos, traspasados de padres a hijos a través de lo que era una técnica familiar que…
Durante muchos años, la mayor parte de lo que escribí lo hacía en mi diario, que había comenzado con 20 años, en 1983 (esto será referido en un próximo Hitos de mi escalera). Teniendo en cuenta que dejé de escribir en él hace una década, se podrá entender que a lo largo de tanto tiempo hubo períodos de mucha intensidad…
El año 1983 comenzó con dos hechos clave en mi existencia (de otro modo, no figurarían aquí, en esta serie de “hitos”). El primero fue triste, pero revelador. El segundo, resultó una epifanía, que dio comienzo a una de mis aficiones más irreductibles y esenciales. Quien leyera el anterior capítulo de esta serie, acaso recuerde lo contento que me encontraba…
El año 1982 sería muy importante por muchas cosas. Sería el que peores notas sacara en mis estudios universitarios, incluido el único suspenso cosechado en mi vida para septiembre (hablaré de ello en otro de estos Hitos). También visitaría por primera vez Madrid, acompañando a una revisión médica de mi padre, en el único y excepcional viaje que efectuamos solos…
Muchas veces siento vergüenza ajena cuando un cantante, un grupo, un escritor, un artista salen de su espacio de silencio, incluso tras varios años de ausencia, y deciden “volver”. Me pregunto las causas. ¿Será por dinero? ¿Por añoranza o síndrome de abstinencia de sus distintas actividades? ¿Tal vez por la droga del reconocimiento social hacia personas que, salvo en su…
Hay una frase de Mario Benedetti, no sé si apócrifa, que reza así: “Cuando me entierren, por favor, no se olviden de mi bolígrafo”. Ha sido el guiño más hermoso que he leído en el día de hoy. Tampoco he podido resistirme a una sonrisa tierna. Lo comunico por acá, por eso de que ciertas anécdotas lindas no se pierdan,…
Todo tiene un comienzo. En la mayoría de las ocasiones, suele ser difuso, porque no se alcanza a recordar cómo fue algo a lo que uno se ha dedicado toda la vida consciente (es el caso de mi gusto por la fotografía, de lo que hablaré en breve; o lo de mi amor por la lectura, ya comentado). Pero en…
Si bien se mira, la posibilidad de crear libros existe, pero, al margen de su calidad, la cantidad de obras que uno puede producir es más bien limitada, incluso en el caso de prolíficos insignes tipo Balzac, Lope, Canetti, Cela, Ramón, Shakespeare y otros varios. Si se observa bien la posible comparación con el número de libros que podemos leer…
Me encanta, antes de entrar en la materia pulposa de un libro, leerme la introducción, si la tuviere. Lo hago no con afán de intentar entender con datos apriorísticos la obra en sí, sino por un motivo más morboso y utilitarista: abundar en los datos biográficos de su autor o autora. De esa rebusca siempre encuentro alguna carnaza que aprisionar…