LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (53)

Pregunta 244 (v. pregunta 107)
¿En qué medida sería difícil vivir más que todas las personas con quienes usted se crió y perderlas? Si tuviera una vida muy prolongada, ¿adquiriría tanta experiencia que pronto se sentiría rodeado de niños? ¿Lograría adaptarse a los cambios sociales drásticos? ¿Se cansaría pronto y sentiría que no queda nada interesante? La sensación de que la vida es demasiado breve, ¿aumenta la intensidad y la pasión por ella en forma deseable?
Sería duro, pero sabría adaptarme y, ¿por qué no?, lograr nuevas amistades, acaso nuevas atracciones y, ¿quién sabe?, incluso algún nuevo o reverdecido amor.
Ya hoy me lo parece en algunas circunstancias, y sólo calzo 36 años. Así que, si mi vida se prolongase mucho, ¿qué no pensar sobre el particular?
Sin dudarlo un momento. Soy un superviviente entrenado para que los cambios, aunque sean a mejor, no me afecten en lo esencial. De hecho, considero el cambio como el motor esencial de la vida, aunque a priori nadie pudiera decirlo de mí. Pero sin determinados cambios, en determinados momentos y con cierta determinada intensidad, el mundo sería insoportable. Además, la inteligencia es, precisamente, la capacidad de adaptación a lo que sobreviene. Esto ha sido así desde los primeros homínidos, los cuales triunfaron sobre los demás animales, sobre todo por esta magnífica cualidad; y quienes no lograron adaptarse, acabaron por desaparecer, como es sabido.
No creo que me cansara por vivir mucho, aunque jamás he vivido tanto como para experimentar sobre el particular. Sí puedo decir que mi curiosidad no tiene límites, pese a que la edad limite o esclerotice los mundos por los que me muevo con gusto; que lo que me queda por conocer es infinito y que mientras me quede vida útil y consciente seguiré aprendiendo, viajando, hablando, conociendo en definitiva.
Pues sí, al menos en mi caso. No obstante, no pienso que la vida sea breve, sino que la mayoría no la vive con la intensidad que debiera o el interés que fuere menester. Setenta y cinco u ochenta años bien vividos son una cantidad de tiempo más que respetable para poder desarrollar una existencia sin necesidad de andar con lamentos y quejas que a ningún lado conducen. Lo malo es que, a medida que uno se va acercando a esa edad antedicha, es probable que vaya considerándose progresivamente escasa o insuficiente. Y no descarto pensar igual, cuando llegue el momento.
Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron elaborados entre 1998 y 1999. Si deseas ver el resto de las entradas de esta serie, pincha aquí

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