Personalmente, descreo del concepto felicidad. Si hoy lo traigo a colación, es porque nunca antes nos hemos apropiado de él de un modo abrumador, perentorio e inútil. A poco que uno escuche la radio, vea la televisión o lea entrevistas, la palabreja se desliza sin rubor al primer impulso. Y sobre ella, todo el mundo sienta cátedra y cada quisque es experto en la materia. Aun quienes, prudentes, sólo se atreven a comentar su propio caso -que es de lo único que podríamos hablar la inmensa mayoría-, acaban dejando la impresión de que, pese a ser una experiencia individual, cabría el discurso globalizador, ejemplar, de que “ése es el camino”. No me atrevería yo a tanto, ni bajo presión de picana o amenaza de inspección fiscal exhaustiva. Por eso vuelvo a traer acá algunas frases que me parecen más lúcidas y realistas que otras pasteladas que pueden quedar muy bien de cara a la galería, pero que yerran desde la primera línea. Algunas de ellas me producen una envidia insana -valga la redundancia-, pues me habría apetecido haberlas imaginado y pronunciado a mí. Hay una, en cambio, que representa todo lo estúpido y falaz que sobre este tema pueda decirse. Como ya he hecho otras veces, insto a quienes esto lean a que adivinen tres de las primeras y cuál la segunda. Y, de paso, manifestar preferencias, que es una manera tan válida como otra cualquiera de opinar y retratarse.

1. 1. 1. La felicidad se compone de desgracias evitadas (Alphonse Karr, Las avispas)
      2. La felicidad consiste en continuar deseando lo que se posee (Agustín de Hipona)
      3. Felicidad: hacer lo que se desea y desear lo que se hace (François Giroud, Lo que yo creo)
      4. Toda felicidad es una inocencia (Marguerite Yourcenar: Alexis, o el tratado del inútil combate)
      5. La verdadera felicidad cuesta poco;  si es cara, no es de una buena clase (Chateaubriand, Memorias de ultratumba)
      6. El placer puede apoyarse en la ilusión, pero la felicidad descansa en la verdad (Chamfort, Máximas y pensamientos)
      7. La felicidad no consiste en adquirir ni en gozar, sino en no desear nada, porque consiste en ser libre (Epicteto, Manual)
      8. No existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que se deshacen como pompas de jabón (Miguel Delibes)
      9. Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin (Antoine de Saint-Éxupéry, Carnets)
      10. Habría que convencer a los hombres de la felicidad que desconocen, aun cuando la  estén gozando (Montesquieu, Mis pensamientos)
      11. Realizar en la edad madura los sueños de la  juventud; así es como ha definido un poeta la felicidad (Léon Blum, Stendhal y el beylismo)
      12. La felicidad es un sentimiento que se puede adquirir si aprendes y ejercitas una serie de prácticas mentales. Se debe enseñar en la escuela, igual que las matemáticas (Ferrán Salmurri)