LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (52)

Pregunta 243 (v. pregunta 102)
¿Considera que se debe proteger a los niños de la desgracia? ¿Qué fue lo más valioso de su niñez? ¿Y lo más difícil de superar?
Sí, se debe proteger a los niños ante todo. Pero no porque sean sólo más débiles, indefensos e incompetentes que los adultos, lo cual es verdad pero discutible, sino porque durante una etapa —variable en tiempo— de sus vidas son muy dependientes de quienes los trajeron al mundo. Es decir, que presupongo que ya que se toma uno la molestia y la responsabilidad de traer una criatura nueva a un mundo que no necesita de ella, al menos debe ser cuidada y formada para que pueda valerse por sí misma en lo sucesivo. Porque, de lo contrario, más hubiera valido que no se hubiera pensado en engendrarlo, concebirlo y mucho menos parirlo.
Lo más valioso de mi niñez (aunque en aquella no fuera muy consciente de ello, como es natural) fue el período en que mi abuelo Eduardo estuvo conmigo, esto es, desde que nací hasta casi los cinco años. La sobreestimulación a que fui sometido en esa etapa fue fundamental para mi desarrollo cognitivo posterior, habida cuenta del escaso interés manifestado por mi padre en la tarea educativa, y de los muy incompletos (bien que constantes, interesados y bienintencionados) conocimientos de mi madre. Que yo haya salido lector impenitente, exponente preclaro del predominio de la inteligencia sobre la fuerza, se debe explicar por el avanzado desarrollo de mis conocimientos, que me colocaron enseguida en un curso superior al mío, de lo que derivó todo lo demás.
De igual manera, lo que supuso una desgracia puntual y pasajera (visto desde hoy, claro, porque en el momento no me pareció tan volátil) fue la misma situación que me engrandecía por otra parte. Al ser el alumno más pequeño y que, encima, destacaba en cuanto a actitudes, aptitudes y calificaciones, fui el blanco de múltiples desprecios, agresiones y segregacionismos. Éstos fueron corrientes hasta bien avanzada la adolescencia, casi hasta la universidad, podría decirse. Todo ello me supuso soledades, miedos, adaptaciones, sufrimientos. Todo ello moldeó mi personalidad de manera si no irreversible, sí de un modo muy específico, muy personal, de lo que hoy me siento muy orgulloso, puesto que mi carácter diferencial de hoy día arranca de ahí. Pero también es justo reconocer que, aunque no puedo decir que pasase una infancia terrible ni una adolescencia intolerable, sí afirmo que ni una ni otra pueden ser calificadas de felices en el sentido que hoy atribuyo al término. Por tanto, lo más difícil de superar fue ese carácter diferente que entonces me atormentaba porque me producía sinsabores, hasta que me di cuenta de que era lo único de que disponía para ser distinto, y empecé a cultivar la diferencia para ser más diferente, y así hasta un punto en que ya no hubo retorno. Cuando hube logrado ser tenido por un ser diferente, entonces me di por satisfecho y poco a poco, sin perder mi posición diferente, he alargado mis manos para aprovechar aquellos aspectos comunes y corrientes que hasta entonces no había paladeado, lo cual ha supuesto algo delicioso, pues determinadas cosas con la experiencia y los años ganan mucho; sin que por ello me haya convertido en alguien más común.
Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron elaborados entre 1998 y 1999. Si deseas ver el resto de las entradas de esta serie, pincha aquí

2 Comentarios

  • Sasy
    Posted 11 de marzo de 2024 18:27 0Likes

    Por supuesto hay que protegerlos de la desgracia, pero yo los protegería también de la sobreprotección, eso de tener a los niños en manteca no trae nada bueno para su futuro.
    Tengo clarísimo que lo más valioso de mi niñez fueron mis hermanos.
    Mi hermano mayor al que adoraba y sigo haciéndolo, y
    mi hermana del alma que tenía santa paciencia conmigo porque yo era de armas tomar.
    Qué buen equipo hacíamos jjjjj!!
    Y lo más duro de superar fue el periodo comprendido entre mis 10 y mis 13 años…
    Una niña que se volvió solitaria y triste sin saber porqué. Ni yo mismo lo entendía, que asco de etapa recoño!!
    Lo bueno es que en esa época deboré cientos de libros y viví vidas gracias a ellos!!
    Como siempre, encantada de leerte Maestro.

    • Eduardo Arias Rábanos
      Posted 12 de marzo de 2024 09:32 1Likes

      Así que de armas tomar, ¿eh? No me puedo llevar sorpresa más grande. Y qué lindo que tengas un recuerdo tan hermoso de tus hermanos. Eso lo envidiaré yo siempre. Pero, mira, coincidimos en que las soledades adolescentes con libros… son otra cosa, desde luego. Gracias por seguir ahí, linda

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