LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (37)

Pregunta 97
¿Cuáles son sus hábitos más compulsivos? ¿Se esfuerza regularmente por dominar esos hábitos?

Me parece que compulsivos, lo que se dice compulsivos sólo poseo uno: la compra de libros una o dos veces por mes. Luego habría otro tipo de compulsiones, pero más puntuales y menos repetitivas, de tal forma que no se les podría considerar impulsos neuróticos. Por ejemplo, sentir que me debo largar a algún lado, coger el coche y hacerme unos kilómetros y conocer algún pueblo, o irme a un acantilado, un cabo, una playa, un monte, pasar unas horas en soledad y armonía natural. Otro, la necesidad que me surge en determinados días de trasnochar hasta el exterminio y la derrota física más perceptible, que suele suceder cuando me da la impresión de que ese día no lo he “rentabilizado” lo suficiente, y lo prorrogo hasta que esa impresión desaparece, tras sumergirme en trabajos ímprobos hasta altas horas de la madrugada. Otras veces, me da por una furia vándala y desproporcionada por colocar, ordenar, limpiar y adecentar; bien sea un directorio del ordenador, bien sea un fichero de materiales de clase, bien carpetas de recortes, bien fotos antiguas que clasificar, etc. Y a veces, también, surge un desconocido estímulo instintivo de escuchar determinada música, ver determinada película o leer a determinado autor concreto en una obra especial para mí.

Por lo que respecta a qué hago cuando siento tales propensiones, la verdad es que nada. Me encanta seguir mis impulsos, por unas cuantas razones principales. Primera: tengo pocos, siempre me he considerado (y los demás también) una persona racional en exceso, por lo que estos accesos de irracionalidad subconsciente me encantan, me hacen parecer a mis ojos como alguien más humano. Segunda: seguir los impulsos personales (no los inducidos por publicidad, camaradería, sociedad, pertenencia al grupo, etc.) extrae de mí valiosísimos aspectos que aun repitiéndose sin una aparente utilidad son muy beneficiosos para mi estabilidad mental. Tercera: seguir los impulsos personales refuerza mi sensación de libertad con respecto al mundo que me rodea. Cuarta: son inofensivos desde el punto de vista del riesgo físico; quizá no lo sean tanto en el plano mental, lo desconozco, pero a las pruebas me remito: mi estado general más corriente es el de optimismo creativo y sonriente. Quinta: reprimir los impulsos no peligrosos es perjudicial y genera una progresiva tendencia a desquitarse más adelante de un modo descontrolado y exagerado que, para más inri, no satisface dicho instinto, sino que lo infla, lo indigesta, dejando un poso de insatisfacción que a su vez insta a seguir por el mismo camino, con lo que se entraría en un círculo vicioso perjudicial. Y sexta: porque me da la gana, vamos.

Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron elaborados entre 1998 y 1999

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