CARTA DESESPERADA A SANTA CLAUS (MICRORRELATO)

Querido Santa Claus, te escribo a ti un poco desesperado, porque los Reyes Magos no me hacen ningún caso. Cuando al principio le escribí a Melchor -mi preferido- pidiéndole la moto eléctrica, recibí las fábulas completas de Esopo y una caja de lápices de colores. Cambié de rey, y a Gaspar le solicité algo más modesto: una bicicleta con patines; pero la mañana esperada sólo encontré dos libros de animales y un puzle de 500 piezas. Harto ya, pensé que Baltasar, por ser negro, se apiadaría mis desgracias, y a éste le pedí algo más realista: unos patines con sus protecciones (casco, rodilleras y coderas); pero ni por ésas. La mañana de Reyes de este año último me encontré una cartera nueva para clase, y un reloj Casio. Así que ya imaginarás lo enfadado que estoy.

Por eso me encomiendo a ti, Santa, ya como último recurso -perdona la sinceridad, pero por aquí somos más de Reyes, ya me entiendes-. Y querría, para compensar, el kart de gasolina que he visto hace poco, y que tanto me gusta. Sé que es caro, pero tú bien te lo puedes permitir, y creo haberlo merecido de sobra.

No obstante, te comunico que la semana pasada una vecina guasona me dijo en el ascensor que los reyes, Santa Claus, San Nicolás y Papá Noel, todos, todos, son los padres. Yo no me lo creí del todo, claro. Pero en el caso de que sea verdad, si estáis leyendo esto y no accedéis a mi justa petición, que sepáis que pienso contar cierta información secreta de cada uno de los dos que, si llegase a saberse… Aunque es imposible que seáis los padres. Ni siquiera ellos pecaron nunca de tanta tacañería.

Deja un comentario