El viajero aguarda durante largo rato, anclado a su equipaje. Nada en él permite advertir atisbo alguno de prisa, o ansiedad febril que le impulse a marcharse. Espera con la paciencia de quien ya ha comprendido que viajar no es sino moverse por el interior de uno mismo, proporcionarse nuevas emociones que brotan de la propia mente, y dejar que…
Vivir no es respirar, es obrar, hacer uso de nuestros órganos, de nuestros sentidos, de nuestras facultades, de todas las partes de nosotros mismos que dotan de sentido a nuestra vida. En otras palabras: VALORAR LA VIDA es una de las mejores formas de prolongarla. Se impone, por tanto, paladear las buenas cosas, los vinos milenarios y otras bebidas, según…
—Sí, volar me cansa. La edad no perdona; ni siquiera a mí. Aunque mi cara no lo aparente, varios son los siglos que he podido contemplar con mi mirada. Y también es verdad que cuanto contemplo cada vez me resta energía. Los conjuros son cosa del pasado, las venganzas se materializan de muchas otras formas y mi forma de vida…
—De siempre dije que yo era producto de un malentendido. De siempre declaré que a mí la sangre no es que me guste, pero que el fin debe justificar los medios que se empleen para lograrlos. De siempre he tenido enemigos que me han difamado, propalando calumnias de continuo, y que han trasplantado a la imaginación popular una leyenda púrpura…
Noté llegar al grupo por sus gritos, por la juerga asociada a su diversión, que incluía cánticos, golpes en el suelo aplicados con sus bastones, y hasta zapateados de ritmos imposibles. Al llegar a la plaza, se quedaron asombrados de su amplitud, pero en vez de paladear con detenimiento las joyas que mostraban sus fachadas al espacio abierto, lo que…
—(Madre mía, lleva ahí sentada casi una hora, y no ha levantado cabeza del libro. Una lectora empedernida, nada menos. Es verdad que llegó después de mí, pero ¡qué constancia, qué pasión por la lectura! Seguro que es igual de apasionada en la cama. Mmmm. Pero ¡qué cosas digo! Si no la conozco. Aunque podría conocerla. Y ya me gustaría.…
Ella no quería. Él se negaba. Pero el crío se empeñó. “Un beso los tres, sí, venga, los tres. Una vez sola”. No lo habían vuelto a hacer desde hacía meses; y menos en medio de la calle, con todo el mundo mirando. Los adultos decían que no. El niño amenazó, chilló, pataleó, hasta lloró un poco. No le hicieron…
—En la soledad de mi espacio, sólo la compañía de siete libros impulsa mi alma hacia adelante. Mi celda me atrae únicamente porque en ella encontraré refugio en lo que esas siete obras me repiten día a día desde hace años. Hace mucho tiempo que perdí mi fe, que ya no creo en el dios al que prometí adoración eterna,…
—(Dios mío, la que me espera. Pero quién me mandaría a mí enrollarme con una tía que lo que único que buscaba era cazarme por mi dinero. Porque en nuestros días, a ver quién no tiene precauciones, si no ya para evitar enfermedades, sí para evitar un bombo. ¡Y eso es lo que consigue la muy…! Y, claro, había que…
—Estoy harto de falsedades. Demasiados errores jalonan mi vida, y soy el desgraciado producto de todos ellos. En primer lugar, no me llamo Frankenstein. Ese fue el malnacido (él se autodenominaba doctor) que me creó juntando y cosiendo, a modo de remiendos, los penosos restos de otros hombres. Fue tan infame, que ni nombre me dio. Soy su creación, sí,…