PLANES DE BODA

—(Dios mío, la que me espera. Pero quién me mandaría a mí enrollarme con una tía que lo que único que buscaba era cazarme por mi dinero. Porque en nuestros días, a ver quién no tiene precauciones, si no ya para evitar enfermedades, sí para evitar un bombo. ¡Y eso es lo que consigue la muy…! Y, claro, había que casarse como fuera. Ahora, se va a cagar, porque a esta la voy a meter en vereda, se va a acordar de este día toda su vida, se va a…)

—(Dios mío, la que me espera. Sólo a mí me puede ocurrir que el único mes que me olvido una píldora, me quede embarazada de este zopenco que me buscó mi madre. Y, encima, lo de intentar un aborto, ni se llegó a plantear siquiera, con esta madre retrógrada que me tocó en suerte. Y, claro, había que casarse como fuera. Ahora, que éste se va a acordar toda la vida, porque lo tendrá todo vivo y en su sitio, pero no va a recibir un mimo mío jamás. Yo sufriré, pero él va a lamentar haberse casado conmigo en toda su vida.)

—(Dios mío, la que les espera a estos dos idiotas. Mira que casarse sin quererse. Pero mira que les dije que aun con amor, la cosa sale mal casi siempre, sin quererse, ¡aún es peor! Incluso así, nada, siguieron adelante, porque, claro, había que casarse como fuera. Pero es que no pueden ser más distintos. Ella, guapa, hacendosa, honrada, sí, pero también ingenua, idealista, sin malicia y tontadelaba al completo, que aunque sea mi sobrina, lo que es de ley, es de ley. Y él, buen mozo, buena posición, apellidos, sí, pero algo mayor, fullero famoso y cacique reconocido por todos, incluso él mismo, que está más acostumbrado a ir de putas que a tratar con una señorita de buena familia y posición modesta. O sea, que les espera una buena, sí. Aunque cada uno acaba teniendo aquello que se merece. Al menos, eso decía mi difunto Agustín, que en la misma paz se halle que a mí me dejó.)

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