- Cuando el Coronel recibió por fin su carta, ya no pudo compartir su sorpresa con su mujer. Tampoco, su desazón, al comprobar el aviso de su próximo desahucio
- El postre favorito de Isaac Newton siempre había sido el pudin de pera. Y el de su madre, un pastel de frutos rojos. Y el de su abuela, la tarta de melocotón. Y, luego, mira por dónde
- Expulsado del Círculo Feminista un conferenciante que se atrevió a afirmar que el Juicio de Paris no tuvo nada de juicio, y que el resultado iba a ser el que fue de un modo, si no determinista, sí inevitable
- No se sabe bien si Edmundo Dantés leyó antes las aventuras trágicas del Capitán Ahab o fue éste quien conoció antes las vicisitudes del famoso conde. Pero que ambos pudieron haberle enseñado mucho al otro está más que demostrado
- Hemingway era un cobarde que escribía divinamente. Lo disfrazaba de testosterona, viajes, violencia y actividad constante. Pero no podía con lo esencial. Se acabó pegando un tiro por miedo a lo por venir, en un gran ejercicio de coherencia
- El 10 de noviembre de 1985 pasará a la historia por haber rechazado Isaac Asimov un encargo de una editorial. Cuando adujo que del tema propuesto no sabía nada, las carcajadas desde el otro lado del teléfono aún se recuerdan entre los asistentes
- El espíritu de Rodrigo Díaz de Vivar debe vagar todavía por la estepa castellana, intentando comprender cómo él, un mercenario con pocos escrúpulos que tuvo amos cristianos y amos musulmanes, se convirtiera en símbolo de honor, fidelidad, bondad y justicia
- Baloo siempre envidió a Yogui. Éste hizo lo propio con Winne the Pooh. Y a su vez éste deseó profundamente ser Po, el protagonista de Kung-fu Panda. El único oso que nunca deseó no ser otro oso fue el oso hormiguero. Las razones resultan bien sorprendentes, eso sí
- Kafka nunca quiso estudiar Derecho; antes probó la Química, la Historia del Arte y finalmente Filología germánica, fracasando a lo grande. Luego contó que había sido su padre quien le había obligado a realizar la carrera de Leyes. Y así fue. Con la coherencia que mostraba su hijo, afirmó, ya no se fiaba de su siguiente elección
- Fue imposible la coincidencia. Se había publicitado con gran pompa, y los cuatro nombres destacaban con grandes letras en los carteles: Emma Bovary, Ana Ozores, Juan Tenorio, Giacomo Casanova. Y debajo, la fecha y el lugar. Pero el promotor del encuentro, el Marqués de Sade fue detenido -otra vez más-, y hubo de suspenderse todo