VULNERANT OMNES, ULTIMA NECAT (MICRORRELATO)

Durante meses, aquella mujer le mandó cartas apasionadas. No obtuvo respuesta alguna del destinatario. Su amor nunca fue correspondido. Optó entonces por mandarle cartas quejumbrosas, lastimeras, en las que le reprochaba que no tuviera en consideración su pasión hacia él, el sufrimiento que le causaba su silencio. El resultado fue igualmente un ejemplo perfecto de omisión y desprecio sin hacer aprecio. Por último, decidió enviarle una carta última, definitiva. Y ésa vez sí obtuvo respuesta. La halló en los periódicos, en primera plana a tres columnas. El cuerpo del hombre de sus amores, destrozado y cubierto con un manta de aluminio brillante, ilustraba la noticia. Las palabras que seguían al titular explicaban que la policía barajaba pistas que apuntaban a una acción terrorista.

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