Sí, ha vuelto a suceder. Ha aparecido un nuevo libro de Martín. Me lo compré hace un par de semanas y entre ayer y hoy me lo he despachado. No sé qué ocurre, pero me bebo sus diatribas con una facilidad que me hace cuestionarme determinadas cosas. Sus libros amalgaman el subjetivismo más egotista, con la crítica más feroz que…
Yo mismo podría decir que la vanidad entra en el cuerpo al igual que las serpientes en los campos de minas, arrastrándose y tanteando con sus vientres secos el palpitar incierto de una tierra asesina. Yo mismo lo podría decir, pero también, a continuación, apostillar que tengo muy bien enseñado a mi hato de ofidios, y en cuanto detectan una…
Cuando leo libros en los que alguien pregunta y quien responde es Borges, yo soy consciente al completo de la falacia que resulta conversar con un libro que -se supone- transcribe la conversación de otro con otro. Mas, con todo, para mí no hay ejercicio literario más fructífero, más enriquecedor, más alimenticio -nutritivo, más bien-. Sería el tipo de diálogo…
La soledad es uno de mis temas fundamentales. Lo fue casi siempre, dadas mis características, pero se ha acentuado de forma tremenda los últimos años, precisamente desde que vivo solo. De la soledad me acucia su capacidad para conseguir aquello que el mundo actual nos hurta. Me quedo también con las posibilidades de reflexión que me procura. También me preocupan…
Lo único que en ocasiones me anima a seguir escribiendo es leer algún fragmento mío anterior, no importa de cuándo ni qué lejanía ofrezca en el tiempo (puede ser reciente o antiguo, eso da igual) que me estremezca y me cuestione la pregunta que tantas veces me asalta: “¿pero fui yo quien escribió esto?”. O, también, musitar inconscientemente, envidiosamente, admirativo…
A lo mejor, resulta que me encanta hacer locuras. ¿Quién sabe? Responder al insomnio con trabajo, no es original. Que ese trabajo sea literario, lo es en alguna medida. Pero que lo haga yo, sí que lo supone, porque yo no soy dado a tales excesos, entre otras cosas, porque mi espalda y mi organismo no permiten alegrías mayores. Pero…
Tal vez sea cierto que no sé nada y que todo esto es un sueño cuyo despertar nos arroje al estercolero onírico de una inteligencia suprema. Pero no es menos verdad que la construcción de mi sueño particular es lo suficientemente repetitiva y monocorde como para que si la primera hipótesis fuese contemplada, no debe procurar sino dolores de cabeza…
Como siempre, curo mis males físicos, mi malestar corporal, con algunas reflexiones que no son tales, al borde de un papel que se me antoja estrecho y que no reflejará sino parte mal remedada de lo que ocurre. Estoy en las inmediaciones del centro G. Pompidou. Después de haber pasado toda la noche hablando sin parar con Óscar, mi compañero…