Aquella noche, el mar embistió con crueldad lanzando contra la roca oleajes, arenas, maderos. Duramente golpeada por el temporal, dejó caer algún fragmento, pero con paciencia lo soportó todo. Como siempre, continuó creyendo que era bueno, manso y fiel, pero que algunas noches se volvía loco, y se rebelaba contra ella, agrediéndola hasta en lo más íntimo. Nunca ha podido…
Fue un mal salto. Ahora lo sabes bien. En este instante, cuando los espasmos de dolor te acometen por todo el cuerpo, lo sabes bien. Te mareas de tanta sangre como pierdes, pero te das cuenta de que sí: fue un mal salto. No obstante, sabes de sobra que no fue tuya la culpa, que te pasaste un buen rato…
Nos daba pena el gallo. Asomaba por la puerta, como temiendo nuestra presencia. Pero no escapaba de nosotros: huía de los requerimientos amatorios de las verdaderas dueñas de su corral, las gallinas de su harén, que lo acosaban hasta un extremo difícil de predecir para un ejemplar de su casta y fama. Pero, sí, los últimos tiempos le habían resultado…
Al gatito le comunicaron que la leche se había acabado, que no podía seguir mamando de su madre, que debía empezar a conseguir su propia comida mediante la caza. El gatito rezongó y durante una mañana entera estuvo acosando a cuantos familiares encontró, e incluso a varios amigos y a los padres de éstos. Pero no hubo caso: el siguiente…