RETRATO EN LA MEZQUITA

Cualquier momento es bueno. Cualquier lugar es válido. Vivimos en la época de la imagen, la edad de oro de las fotos. No es tan claro que lo sea también de la fotografía. Pero, fotos, son millones las que cada día se hacen. En cualquier lugar, en cualquier postura, a cualquier persona, objeto, paisaje, monumento, situación.
Cualquier momento es bueno. En este caso, las dos mujeres se hallan sentadas en la Mezquita de Córdoba, cerca de la maqsura, o zona de oración para los mandatarios, la más decorada, acaso también la más hermosa. Pero eso queda en un segundo plano, cuando se trata de hacerse unas fotos que acrediten que se estuvo allí. Si es necesario, uno se sienta en el suelo, se tumba, se echa, se sube, se balancea, etc. El móvil sirve. Cada vez, las cámaras quedan más apartadas. El móvil lo hace todo. En este caso, no retratará la longeva perfección de la más hermosa mezquita conservada. El objetivo será la compañera de la que tire la foto. No sabremos cómo quedaría, aunque por su esfuerzo podemos anticipar que tal vez compondría una buena toma. Sí conoceremos la combinación resultante entre su acción y la luz que la envolvía. Desde lejos. Sin que se dieran cuenta.

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