LEGIONES: Cuerpos de ejército romanos flexibles, maniobrables, transformables, letales, que constituyeron la base de una manera más perfecta que la griega de matar más en menos tiempo, pues posibilitaba con más facilidad los cambios sobre la marcha. Todo fue perfecto durante unos siglos. Pero las legiones romanas tenían cierta cultura y un gran tendencia al ocio, una vez cumplido su cometido. Y para hacer la guerra, eso es peligroso. Cuando aparecieron los bárbaros, más incultos, pero más temerarios, más rápidos, más destructores, más perentoriamente obligados a luchar por sus vidas, las legiones no tuvieron nada que hacer.
LENGUA: Cada una de las formas que ha ido adquiriendo el código lingüístico en cada una de las partes del mundo mundial; pero que conste que la culpa de que haya tantas es de Dios, que de joven había sido traductor simultáneo.
LESBIANISMO: Variedad femenina de la homosexualidad (v.); su sexualidad, aunque rica y gratificante, no pasa de ser un catálogo más o menos limitado de formas masturbatorias que ejercitar recíprocamente; vamos, como todas las sexualidades.
LETRA: Átomo de la palabra, molécula de la expresión escrita.
LEYES: Normas mudables de utilidad irregular, cuyo cumplimiento acarrea la mediocridad más lacerante y cuya vulneración supone el primer paso para la notoriedad, mayor cuanto mayor sea el desatino cometido por su inobservancia.
LIBERACIÓN: Proceso consciente o inconsciente mediante el cual se adquiere conciencia de la propia libertad y se actúa cada vez más de acuerdo a sus principios; en la mayoría de los casos, suele ir pareja a la adquisición del hábito de pensar por sí mismo, que, a su vez, logra mayor liberación, iniciando un glorioso círculo vicioso y productivo en cantidad.
LIBERALISMO POLÍTICO: Demagogia programática esgrimida por la burguesía a las masas a las que se solicitó ayuda para lograr destruir un sistema obsoleto (como punto estrella se erigió a la libertad, que siempre da mucho juego). Lograda la una, y destruido el otro, dicha demagogia se convirtió en una forma de gobernar que con algunos maquillajes de modernidad perpetuaba los hábitos políticos de siempre, con vestiduras que al menos no hedían a naftalina.
LIBERALISMO ECONÓMICO: Pues lo mismo, pero aquí sin demagogias, a lo vivo, y llamando a las cosas por sus nombres: o sea: rico es igual a inteligente; o sea, que todos somos iguales, pero unos más iguales que otros; la competencia libre (léase feroz) determinará quién se enriquecerá y quién se hundirá en la miseria, etc.
LIBERTAD: Capacidad de elegir el propio comportamiento y la forma de pensar, que sólo se desea en su modalidad más limitada y superficial, puesto que la libertad plena, la real, es temida por la gran mayoría, dado el nivel de responsabilidad que implica y el agotamiento que produce la continua elección.
LIBERTICIDAS: Asesinos de libertades. Políticos, jefes, profesores, padres, hermanos mayores, novios, maridos, amigos, y un largo y no siempre bien entendido etcétera.

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