EN TU AUSENCIA (MICRORRELATO)

He ido, como acordamos, a casarme contigo en el juzgado, hoy, al mediodía. No ha podido ser. No compareciste. Nadie supo qué pensar. Los demás se interrogaban con la mirada, y algunos intentaban animarme como podían, mientras el asombro y la vergüenza me recorrían de arriba a abajo. Pese a sus intentos, no te me quitabas de la cabeza. Pero sus palabras insistían. No podía ser que… Pero, no, no. Con todo, mi eterno complejo de culpa y los remordimientos me acechaban de continuo. Sé por qué no viniste. Sé dónde estás. Pero no puedo decirlo. Me robarían la libertad que me he ganado yo solito. Me la robarían, sí. Jamás saldría libre. Alevosía y ensañamiento, lo llamarían. Qué manera de simplificarlo todo con palabras que tan poco dicen. Si ellos supieran…

Deja un comentario