DOS GITANOS MODÉLICOS

Los periódicos locales siempre me parecieron una mandanga, en general, y algunos especialmente en particular. Hoy, donde viven mis padres, mientras caminaba cerca de la universidad, encontré un ejemplar en el suelo del Diario de León. Me sigue pareciendo la mandanga de siempre. Pero una noticia destacada en la parte superior me lo redime unos instantes, porque me alegra el día de un modo inesperado. La noticia reza así, antes de remitir a las páginas interiores: “El primer gitano de matrícula de honor. José García es alumno del IES García Bellido”. Y, sin poderlo evitar, me viene a la memoria de inmediato una alumna mía de hace diez años, Olga Heredia Montoya, que en 2007 obtuvo un premio de una fundación asturiana por haber concluido el bachillerato, y por su esfuerzo personal.

Hablamos de una trayectoria contra corriente. En ambos casos, contra una cultura que no se integra en lo esencial, seamos claros (ellos dirán que los discriminamos nosotros, pero yo llevo dando clase a gitanos muchos años, me llevo muy bien con ellos, y sé de lo que hablo). En ambos casos, tendrán que haber sorteado tantas burlas, tantas presiones, tantas tentaciones de abandonar. Y, sin embargo, ambos, con la inestimable e imprescindible ayuda de sus padres (sin los que nada de eso habría sido posible), habrán sorteado vientos, mareas, tempestades, tornados y huracanes, para lograr sacar adelante sus sueños. Es tan admirable y tan atípico lo que ambos lograron que es muy difícil de comunicar. En un caso, el de mi alumna, porque lo consigue a pesar de ser mujer. Y el “a pesar de” no hace falta que lo explique, a poco que se sepa algo del machismo de la cultura gitana. En el caso del chico, porque ha sido la única matrícula de honor en 2º de Bachillerato en un instituto en el que todos sus compañeros son payos. Ambos quisieron, ambos pudieron, ambos lo lograron. Vaya desde aquí mi enhorabuena más entusiasta y mi felicitación más gigantesca. Son un ejemplo maravilloso de espejo en el que todos deberíamos mirarnos de cuando en vez.

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