Mientras conducía, quitó de su dedo el anillo que le identificaba como hombre casado. Las posibilidades de la noche eran infinitas. Llegó a la fiesta muy alegre y animoso. Entre el bullicio, buscó a alguna mujer de su agrado que pareciese sola y dispuesta a compartir unas horas de engaño y placer. Finalmente eligió a una por la que sintió…
Caminaban lentamente, cuando el sol declinaba. Sus caras estaban serenas, pero serias. Sus manos no iban entrelazadas y sus cuerpos caminaban el uno al lado del otro, sin pegarse. Cuando llegaron a la rotonda, se sentaron sobre el pretil, frente al mar, dejando la gente a sus espaldas. Hablaron muy poco, apenas unas palabras de cada vez, en dos ocasiones.…