El chico llegó desde atrás con la funda negra sobre su espalda. Lo hizo con cautela, porque un grupo de músicos estaba tocando en el mirador, y mientras éstos atacaban una pieza de jazz en sus compases finales, él sacó su guitarra, la afinó muy bajito, sin apenas ruido, y se sentó en el pretil sobre el Tajo. Cuando el…
—Lo veo todo negro, pero no tengo más remedio. Esta tela que cubre mi cara también es la que me libra del oprobio. Soy blanco. Es una vergüenza, pero es así. Soy blanco, pero también llevo el jazz en las venas, y dicha contradicción sólo se puede subsanar mostrándome con este disfraz que a muchos parece simpático, pero que a…