PALABRERÍO CANALLA (76)

JACTANCIA: Exhibición ostentosa e impúdica del placer que proporciona poseer una cualidad o posesión determinada (o varias). Si es originada con razón objetiva, los demás lo aceptan a regañadientes, a cambio de un buen puñado de críticas que tienen que ver con la mediocridad (v.) y con la envidia (v.); pero si no hay razones objetivas para ella, lo que provoca es ridículo y a menudo escarnio y befa.
JERARQUÍA: Ordenación de diferentes alturas (sociales, económicas, cadenas de mando) que, en buena lógica, siempre construyen y diseñan aquellos que ocuparán los rangos superiores, por la cuenta que les trae.
JEFE/A: Aquel/lla que manda, que dirige, que ordena, que hace la puñeta, que humilla y que es blanco de pullas y maldiciones o bien de halagos húmedos y zalameros de rentabilidad a corto plazo.
JERGA: Pseudo-lenguaje que a base de uso y práctica define a un grupo determinado de seres humanos, que sirve para crear en los grupos indiferenciados la ilusión de que existe una diferencia notoria con respecto a quienes no conocen dicho sistema simbólico.
JEROGLÍFICOS: Paradigma nitidísimo de aquello en lo que hoy día se ha convertido la cultura: de escritura sagrada, ritual y críptica cuyo conocimiento ocupaba a unos pocos, ha pasado a definir unos pasatiempos banales, carentes de significado y estériles intelectualmente que enloquecen a unos —también— pocos; pero ¡qué diferencia entre aquellos pocos y los de hoy, oigan!
JESUITAS: Miembros de una orden religiosa elitista e inteligente que, acomplejada por tal elitismo e inteligencia, buscó compensar tales inclinaciones con el famoso cuarto voto, la obediencia ciega al papa, lo cual no deja de tener bemoles. Y es que cuando andan determinados dioses de por medio…
JÍBAROS: Magníficos miniaturistas del natural que han logrado mediante cocciones muy controladas, transmitidas en secreto de generación en generación, el mismo efecto que la cultura televisiva de nuestros días, aunque con más mérito pues ellos aún no disponen de tan elevada tecnología, por fortuna.
JUEGO: Forma de pasar el tiempo cuya apariencia externa es similar a una competición amable, pero en cuyo interior habitan y se desarrollan complejos instintos asesinos y de dominación que resultaría cómico observar si no fuera por la cantidad de problemas que acarrea a quienes juegan y a quienes observan desde fuera.
JUEZ: Funcionario encargado de interpretar la ley y de impartir justicia, al que se le atribuyen cualidades de una perfección imposible para un hombre, tales como honestidad, imparcialidad, comprensión sin límites, memoria exacta, rapidez, omnisciencia. Y todo ello por un sueldo ridículo, en proporción, lo que acaba motivando la aparición de determinado tipo de divismo o de corruptelas en su seno.
JUICIO: Proceso entre partes que intenta dilucidar ante la ley lo ocurrido en un conflicto; el intento se efectúa sorteando la falta de medios, la ausencia de objetividad, la prevaricación, la lentitud, la naturaleza de determinadas leyes, la personalidad de los encausados, la de los acusadores, la de los defensores y, sobre todo, la del juez. Por lo que se puede afirmar que es una ímproba tarea, a fe.
JURADO: 1. Conjunto de personas que cobran por reunirse en un lugar, tomarse unas copas y tal, y firmar de consuno un papel previamente redactado por quien les convoca y paga, en el que se premia a alguien supuestamente amigo, supuestamente rentable, o ambas cosas. 2. Pirueta técnica de la democracia que otorga poderes de decisión judicial a unos ciudadanos de a pie sin más conocimientos de la justicia que los consuetudinarios y personales que cada uno/a haya ido adquiriendo, si es que ha adquirido alguno.
JURAMENTO: 1. Afirmación —positiva o negativa— que se hace ante la necesidad de reforzar la credibilidad propia; para ello se pone como testigo de la misma a seres que, claro está, no pueden hablar (vg. la memoria de mi madre, Dios, etc.) ni testificar a favor o en contra, pero que sin embargo aún impresionan y se consideran como válidos. 2. Taco (v.) blasfematorio de connotaciones y referencias divinas.
JUSTICIA: Equilibrio —realmente muy precario, casi volátil— entre lo que uno merece y lo que uno recibe. Como apenas se da (por lo que hace su aparición su contrario, la injusticia), caben dos posturas: a) el ajuste a posteriori entre lo que de hecho se recibe y lo que a uno le debería corresponder (postura acomodaticia o pragmática); b) cometer a su vez otras injusticias en quienes se pueda, con el fin de compensar las diferencias, con lo que se genera un círculo muy famoso.
JUVENTUD: Período de tiempo que sucede a la adolescencia y precede a la madurez. En ella se cometen los mismos errores que en las demás edades, pero un consenso universal ha ido concediendo bula sobre los mismos, por lo que los jóvenes de todos los países son rematadamente parecidos en sus desatinos, a sabiendas de que tales pecadillos de juventud les serán perdonados para que en la edad adulta, ellos hagan lo propio con sus sucesores.

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