Aquella alumna confesó entre lágrimas que la desaparecida estaba en casa de un chico holandés que había conocido el verano pasado en Murcia, y con quien se carteaba desde entonces. El chico era de su edad, y vivía con sus padres y hermana. De modo que había sido acogida por la familia del holandés, e iba a dormir esa noche…