Me fascinan los ritmos. Ahora que lo pienso, me recuerdo fotografiándolos toda la vida. Desde mi primera cámara réflex, adquirida allá por el 87, hasta hoy. Siempre que veo un motivo que se repite, que construye unas líneas, unas convergencias, un recorrido que me lleva la vista hacia otro punto, no puedo reprimirme. Hoy, menos aún, que llevo el móvil…