La oratoria política pasa por horas bajas. Y los parlamentarios, también. Apenas hay políticos de fuste. Hablo en general, no sólo de España, donde el nivel está bajo mínimos. Lo que antes se llamaba hablar, ahora se llama comunicar y se exige que se haga rápido. Perorar, por el contrario, es hablar largamente, sin prisa alguna, pero sin mover al…