Tras una jornada agotadora de sol, arte, montañas, lagos y larga caminata, la tarde se anticipa tranquila, en el bello pueblo de Annecy, en los Alpes franceses. Pero, de pronto, el diluvio se desparrama por sobre todos cuantos nos hallábamos por las calles. Los soportales nos protegen, pero hay alguien que busca, además de unas monedas, sacarnos una sonrisa por…