La película El editor de libros, de Michael Grandage (2016), es una obra digna, pero no es demasiado singular. Con tres actores magníficos, su ritmo es cansino, y su guión no destaca por nada especial. Sin embargo, trata una temática que me atrapa siempre, y posee dos o tres escenas de gran intensidad dramática. Por eso sólo, a mí ya…