DESENCUENTRO (MICRORRELATO)

Una venía de vuelta de todo, abrasada de fracasos, intentos frustrados por el tiempo. Otra iba al encuentro de un futuro misterioso, de duración incierta. Una ya no esperaba nada de la vida, después de haber vivido los años justos que su rostro reflejaba. Otra se atrevía a esperar cuanto la vida le ofreciera. Una, caminaba despacio, con la lentitud de quienes han doblado la cabeza. Otra, andaba deprisa, como queriendo llegar antes a donde no había estado nunca. Una, ya no veía; sólo ocasionalmente miraba, hacia los lados o hacia abajo. La otra, tampoco veía, pero no dejaba de mirar, por si la magia surgía de cualquier gesto o brotaba en un brillo que reflejase el sol. Los dos rostros mostraban la oscuridad de sus adentros. Coincidieron en un instante de un lugar que a ninguna de ellas les era común. Cuando se cruzaron, no llegaron a mirarse. No se habían presentido ni adivinado, por lo que no pudieron reconocerse. Tampoco habrían tenido nada que decirse. Las dos siguieron su camino hacia adelante, hacia atrás.

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