Llevo tanto tiempo dormida, que ya sólo sueño que sería un sueño despertar. Y cuando de nuevo noto esos labios sobre los míos, pienso que ha llegado el momento. Pero al querer atrapar su lengua, una bocanada de aire enrarecido es lo único que aspiro. Sigo durmiendo, pues, ya que el supuesto príncipe era otro actor más de mi sueño…