Si le conceden un premio Nobel de Literatura a Bob Dylan, excelso cantautor y poeta, es probable que en breve provean a Haruki Murakami de una medalla de oro olímpica en su labor de esforzado corredor de fondo, o que a Daniel Baremboim, sublime pianista y director de orquesta, le otorguen un máximo galardón en pro de la paz por…