Las tonterías de la red me dejan indiferente la mayoría de las veces. Eso, si no me enfadan y obligan a cambiar de registro para no amargarme el día. Pero, en ocasiones, las tonterías de la red son algo simpático y susceptible suscitar alguna reacción inteligente. El otro día vi circular por las cuentas de alguna gente conocida esta imagen que aquí muestro, con las respuestas de quienes se prestaron al juego. Yo me presto hoy.

Remedando la escena de Matrix, esta bagatela de Penguinlibros para lectores empedernidos, plantea un ofrecimiento similar, con una limitación -ofrece dos cápsulas de entre nueve-, aunque ampliando la elegibilidad -la combinatoria posible es muy amplia-. Y ahí es donde el propio carácter se retrata: en las dos cápsulas que escogemos para nosotros mismos. Veamos qué ofrece cada una.

1. La primera permite poder olvidar tus libros favoritos para leerlos de nuevo como por primera vez. Atrayente, sin duda, la oferta. Pero hurta la posibilidad de añadir a cada lectura los bagajes previos, que enriquecen y amplían la obra, a cada vez que se relee. Ésta desde luego no.
2. La segunda te regala todos los libros que quieras, gratis. Si me pillara en otros tiempos más menesterosos, aún. Pero tampoco, porque una biblioteca pública es un paraíso donde eso ya se nos ofrece, y sin química ni condicionante de ningún tipo. De modo que tampoco
3. La tercera promete que cada vez que te guste un libro, puedes cenar con el autor. Lo cierto es que para alguien tan poco mitómano como yo, esta propuesta le resbala por completo. Además, conocer a un autor no te libra de muchas sorpresas desagradables. O sea, que no
4. La cuarta, regala 100 euros, por cada libro leído. Desde luego, sería millonario -de los de muchos ceros- si una hipótesis como ésta se hubiera concretado desde el principio. Pero… ¿leer por dinero? ¡Qué aberración!
5. La quinta, otorga el tiempo que estés leyendo no cuenta como tiempo. Mmmm, qué tentador, qué envite tan atractivo para alguien como yo, obsesionado con el tiempo. Pero no, tampoco. Porque si sólo se leyera para obviar el tiempo es que el resto de nuestras vidas no merecería la pena
6. La sexta, cada libro que elijas te encantará con toda seguridad. Vale, pero nones. Si me gusta o no me gusta, debe ser cosa mía y de mis tamices. Además, si todos me encantaran, ¿cuál sería la diferencia entre ellos? Y sin diferencias, ni matices, ni contrastes… nada.
7. La séptima, entrega una casa con una biblioteca gigante. Ya tengo muchos libros; y bibliotecas, hay muchas. Y libros digitales, por miles. Además, no se puede leer todo lo que se deseara. No es plato tentador para mí, en verdad
8. La octava, permite poder leer en versión original cualquier libro y entenderlo a la perfección. Síiiiiiiiiiii. ¿Dónde hay que firmar? ¿En qué lugar se ubica el nanoimplante? Ah, no, que es sólo una cápsula… (Es que ya me emossiono tóa).
9. La novena, asegura que cada noche soñarás que vives en las escenas que has leído. Parece sugerente, pero ¿y si uno quisiera soñar con otras cosas, tal vez más eróticas, más heroicas, más líricas o diferentes a lo leído? Con todo, la propuesta no asegura que pudiera recordar lo soñado, así que entonces, como me pasa a mí, seguiría igual. Por eso, la última posibilidad también pincha en hueso.

Así que, visto lo visto, sólo me tomaría una, la 8ª; y siempre que los efectos fueran permanentes, porque de lo contrario, con lo vaca que me estoy haciendo para según qué cosas, ni eso.