DEJEN AL POBRE MESSI EN PAZ

Estos días se habla de muchas cosas referidas a los sueldos. Sobre todo, del de una de las personas mejor pagadas del mundo: Leo Messi. Creo haber escrito ya algo al respecto, pero como bien nos recuerda Julio Llamazares (“nadie escucha”) y nos remacha Javier Marías (“nadie atiende, y conviene volver a insistir”), se (me) hace necesario volver sobre el asunto.

Tiene bemoles que el asunto salte ahora en la avalancha de los medios, en plena época en la que vamos a superar las cotas de paro observadas durante la reciente crisis económica de 2008. Cuando el número de personas sin empleo hará que la cantidad de dinero disponible para muchas familias se reduzca de modo drástico. Cuando hay y seguirá habiendo durante mucho tiempo tanta necesidad. Pero, sí, el asunto se retoma ahora porque un medio de comunicación cotilla ha publicado algo que está en su derecho de publicar. Y ante la información ofrecida, aparecen los rasgamientos de vestiduras, al modo farisaico. ¿De verdad no se sabía que este extraordinario futbolista cobraba muchos millones de euros al año? ¿De verdad no hay temas que abordar en nuestra triste realidad?

Con el tema de los sueldos se pueden dar dos situaciones. La pública y la privada. En la pública, quien contrata es una administración, que lo hace en nombre de todos, y es a todos a quien debe rendir cuentas la persona contratada. Bien sabemos los abusos a que da lugar esto, pero tampoco es tan grave, porque en períodos en que no ha habido gobiernos (caso belga hace años, o español, y catalán, hace bien poco), las administraciones siguieron funcionando, lo que habla bien de éstas, y muy mal de los políticos, pero esa es otra historia. Por su parte, en la privada en un contrato libremente decidido entre un trabajador y una persona que lo contrata para trabajar, las demás partes que no sean estos dos sobramos por completo. Ojo, que he puesto la palabra libremente, en cursiva. Porque muchas veces los contratos se efectúan con grandes presiones, la menor de las cuales no es precisamente la del mercado, con su ley de oferta y demanda.

Pero en el caso que nos ocupa, sí existe la libertad. Entre un club de los llamados “grandes” y un futbolista, considerado por muchos “el mejor del mundo”. Y ambas partes han acordado tal cantidad de millones, dietas, primas, exenciones fiscales, contribuciones, y otros etcéteras. Se supone que ambas partes resulta rentable dicho acuerdo. Y si no, habría que rescindirlo. En lo que gane Messi sólo deberían opinar los accionistas del Fútbol Club Barcelona, que son quienes arriesgan sus dineros con la soldada del argentino. Lo mismo, en los indecentes sueldos de muchos banqueros, asesores, consejeros, etc., siempre que quien les pague sean sus empresas, y no el Estado. Por ello, si el Barcelona se arruina o si las tropelías de los banqueros y financieros en general, por acción u omisión, destruyen las empresas que los contrataron, el problema es de esas empresas, y si tienen que caer, que caigan. Pero si son rescatadas, como ya se han dado en nuestro país tantos casos, habrán de rendir cuentas a todos los ciudadanos, y ahí sí podremos opinar al respecto. Si no, los de fuera callamos y damos tabaco, según rezaba el dicho tabernario.

De modo que menos bobadas con el sueldo de Messi, que no pagamos todos los españoles, sino sólo los accionistas y socios del Barça, y más atención con los sueldos de quienes fueron contratados por la Administración para ejercer ciertas funciones. Hablo de ministros, diputados, senadores, consejeros, militares y otras raleas, que están demasiado acostumbrados a que no ejerzamos sobre ellos el muy necesario control y la más necesaria aún rendición de cuentas, con petición de responsabilidades al finalizar su -buena, mala o inexistente- gestión. Dejen al pobrecito Messi en paz, que bastante tiene con lo suyo.

1 Comentarios

  • Eduardo
    Posted 3 de febrero de 2021 19:03 0Likes

    ¡Buenas tardes, don Eduardo! En el caso del Barça no existen accionistas porque no es un S.A.D. (Sociedad Anónima Deportiva ) . Sólo se da esta circunstancia en el caso del Barça junto con el Real Madrid, Athletic de Bilbao y Osasuna. Teóricamente esto convierte en dueños del club a l@s soci@s. Repito: Teóricamente.

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