No falla. Cuando el año se va, aparece la imaginaria obsesión de los balances. Como si vivir no fuera una evaluación continua, nos gusta parcelar los espacios y los tiempos, y realizar la evaluación parcial. Cada uno elabora la suya. Pero dependen demasiado del carácter personal, y al margen de tragedias impensadas, suelen ser un reflejo de quien se es.…
A veces hay que detenerse, para reequilibrar la marcha, que acaso no sea la que más satisfacciones íntimas nos depare. Cuando al menos no hay presión externa, todo se produce de una forma más suave, y las transiciones apenas se notan, porque brotan de un modo natural, casi necesario. Esta bitácora se detuvo hace meses. No lo hizo por agotamiento…
Me he enterado de casualidad. Quizá porque el guarismo “cantó” mucho el otro día, después de la entrada de la luna. Qué curioso, me dije. Mil entradas. Habría sido más interesante, como querría Borges, que el número hubiera sido más contundente, como “Mil entradas y una entrada”, remedando las “Mil noches y una noche” de Burton. Pero yo soy más…
Estas Navidades, en una tienda de La Alberca (Salamanca) me compré dos azulejos con sendas frases, que deseé incorporar a los anaqueles de mi biblioteca. Una de ellas es muy famosa: se trata del “Carpe diem” de Horacio. La otra también es conocida, pero mucho menos: es de Voltaire, y dice “He decidido hacer lo que me gusta, porque es…
Cumplido el propósito del 2010, formulado ahora hace justamente un año, es natural que un nuevo proyecto cobije las formas que utilizo para expresarme, tanto con la fotografía como con la palabra. Todo proyecto ha de contener novedades. También, retos. Si no, uno se adocena, y tampoco quiere ser uno una docena, sino sólo ser uno, uno mismo, que no…
Bien, un año después de iniciada la nueva andadura de este blog, y echando la mirada atrás, puedo decir que los objetivos que me marqué para esta nueva etapa han sido cumplidos por completo. Me había propuesto colgar una foto diaria (exclusivamente, sin textos), y así ha sido. Bien es verdad que muchas veces hice trampa, y que no era…
Bien, llegados a este punto, procede un receso, un parón, acaso un balance. Medio año de fotografías, de textos, a un ritmo casi diario (he fallado poquísimos días), producen bastante tensión y no poco cansancio, por no hablar del sentimiento de repetición que siempre me asalta ante todo cuanto abordo. Por otro lado, y al tiempo, albergo sentimientos algo contradictorios…