UN RECESO

Bien, llegados a este punto, procede un receso, un parón, acaso un balance.

Medio año de fotografías, de textos, a un ritmo casi diario (he fallado poquísimos días), producen bastante tensión y no poco cansancio, por no hablar del sentimiento de repetición que siempre me asalta ante todo cuanto abordo.

Por otro lado, y al tiempo, albergo sentimientos algo contradictorios que me hablan de satisfacción personal, de un buen número de textos que no existían y ahora sí poseo, de unas cuantas fotos que estaban sin editar y ahora resultan visibles y mostrables.

La calidad de lo mostrado no me llena, pero sí me resarce en parte del tiempo y la constancia empleados en la tarea.

Ahora es tiempo de descansar. Un viaje largo parece una buena medicina. Valga la paradoja.

A la vuelta, habrá más palabras; habrá también más fotos. Al fin y al cabo, esta bitácora se titula así por algo. Pero nada será ya lo mismo.

Deja un comentario