SIMPLICIDADES SOBRE AFGANISTÁN

Voy a simplificar, aun a riesgo de parecer simplista. Ahí les lanzo algunas frases sobre el asunto de Afganistán.

      1. De cuantos países extraños hay en el mundo, el afgano es uno de los que mayores rasgos diferenciales presentan (aun así, hay muchos con muchas especificidades que no resultan tan conflictivos)
      2. Afganistán es un país de enlace entre el extremo oriente y el medio oriente, lo que le ha supuesto, a pesar de su accidentadísima orografía, ser apetecido por muchas potencias a lo largo de la historia (es lo que tienen los territorios intermedios entre grandes potencias, como antaño le pasó a Mesopotamia)
      3. Afganistán tiene una trayectoria muy dilatada de resistencia hacia los invasores, desde los macedonios de Alejandro Magno, hasta las tropas estadounidenses, pasando por las soviéticas; no es que los vencieran a todos ellos, pero ninguno los invadió de un modo duradero (por lo general, sus invasores acaban abandonando el país, hastiados de la combatividad extrema y la falta de rentabilidad de la ocupación)
      4. Afganistán tiene una estructura social muy antigua, en la que los clanes, las etnias, la sangre, la tradición y otras etcéteras tienen mucho más peso que el raciocinio o la praxis más elemental (esto es así; hay muchos países con dichas características, pero éste destaca más por su relevancia en la acción internacional estadounidense)
      5. Afganistán, se deduce de lo anterior, es un país orgulloso de sus esencias. Le revientan las imposiciones venidas de fuera -y muchas de las provenientes de dentro- (el orgullo es algo que se analiza mal en los despachos de politólogos y estrategas de las grandes potencias; le pasó a Napoleón, a Hitler, a los Bush…)
      6. Afganistán produce un porcentaje altísimo de la heroína que se consume en el mundo -entre el 80 y el 90 %- y los esfuerzos internacionales no sólo no han logrado que se reduzca, sino que la superficie cultivada es ahora el cuádruple que en 2002 (este aspecto es mucho más importante de lo que se piensa, y su importancia en la financiación de los protagonistas activos, léase talibanes, léase ISIS, etc. es capital)
      7. Afganistán muestra un grado de corrupción muy alto en todas sus administraciones (nada que no suceda en muchísimos países del llamado Tercer Mundo)
      8. Afganistán no ha sabido, no ha querido o no se ha dejado ayudar a crear un estado autónomo de cariz moderno (nos obstinamos en pensar que todos los estados deben tener estructuras políticas parecidas, pero olvidamos que no todos están preparados para ellas; por no hablar del odio que inspiran en sí mismas en contextos no-occidentales)
      9. Afganistán odia todo lo que signifique occidente, y sus buenas razones tiene para ello (el odio es un motor aglutinante que, al igual que el orgullo aludido antes, se estudia mal en las altas esferas y se le subestima por lo general)
      10. En Afganistán el peso del Islam más radical es abrumador (y ahí no hay que comentar nada que no sepamos)
      11. El ejército talibán, derrotado inicialmente en 2001, ha reconquistado el país en muy poco tiempo, y sin apenas resistencia del ejército oficial afgano ni de la población civil (aquí habría que preguntarse qué desean para ese país las diferentes partes de que consta, aunque una respuesta simple sería “seguir como estábamos”; lo que no queda claro es el momento a que se refiere la palabra “estábamos”)
      12. Las potencias ocupantes de Afganistán, empezando por la principal, EE. UU, están evacuando sus tropas y personal colaborador, en una retirada repentina, poco organizada y perentoria (lo cual demuestra una vez más la inutilidad de la prepotencia militar ocupante, la frustración de una didáctica política que atiende sólo a los modelos de democracia occidental, la penosa planificación sobre lo que hacer en un país ocupado, y por último la falta de voluntad política de entendimiento con el distinto)
      13. Afganistán es un estado menor de edad a quien no le valen modelos diferentes para crecer, sino que habrá de recorrer por su cuenta una trayectoria vital que incluya sus propios errores y la dilatación prolongada de sus estupideces propias (por tanto, merece lo que le suceda a partir de ahora; y, como siempre, los mayores sufrimientos recaerán sobre los más débiles: lo habitual en un sistema donde la fuerza es superior a la inteligencia racional) 

Ya advertí que podría parecer simplista.

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