PALABRERÍO CANALLA (72)

INDUSTRIA: Conjunto de edificios, maquinaria, mecanismos y tareas con que el capitalismo se vale para enriquecerse, logrando que cada vez menos tengan más y, en buena correspondencia, que sean más quienes cada vez tengan menos, lo cual es un espléndido ejemplo de pirueta metafísica que, pese a todo, tiene unas consecuencias muy físicas y muy visibles.
INEFABLE: Se aplica a todo aquello que no es explicable en primera o segunda instancia, e incluso después de sesudo análisis racional: desde el odio al amor, pasando por la fragancia de las fresas recién cortadas, las sensaciones que nos provoca una flauta, o incluso la contumacia siglo tras siglo, milenio a milenio que manifiesta el ser humano en seguir siendo un animal de presa.
INEFICACIA: Componente esencial del trabajo en grupo, que se multiplica hasta extremos inconcebibles si el experimento se lleva a cabo con funcionarios públicos de cualquier administración, sea cual sea su categoría, y teniendo en cuenta que aumenta directamente proporcional a la edad, si bien no desde un punto de vista aritmético, sino geométrico, lo cual tiene todavía más mérito, por ser más difícil lograr dicha proeza.
INERCIA: 1. Fuerza inexplicable que nos arroja siempre hacia adelante en el momento menos oportuno, cuando viajamos en autobús, tren o cualquier servicio público de transporte; en los vehículos privados también ocurre, pero no nos quejamos de ello, claro, pues para eso se trata de un espacio privado comprado ad hoc. 2. Ausencia de pensamiento y de voluntad en los actos y comportamientos propios que permite a la costumbre y a la rutina automatizar los gestos y evitar el agotamiento de la interminable cadena de decisiones que cada cual debe adoptar, con lo que se logra un magnífico ahorro de tiempo que se emplea en generar nueva inercia.
INFALIBILIDAD (PAPAL): Teoría súpercalifragilisticoespialidosa que posee varios premios al morro y otros tantos por lograr ser creída desde hace tantos años. Sostiene que el papa, cuando se sienta en el solio pontificio se ve imbuido de unas facultades inenarrables que tienen como consecuencia que cada frase que pronuncia es la verdad más verdadera. Y eso, aunque otro papa haya dicho lo contrario siglos antes, o lo vaya a decir años después, o aunque ningún papa haya logrado hacerse millonario entreviendo la combinación del bonoloto semanal.
INFAMIA: Todo aquello que nos arrebata la fama, bien sea por maledicencia ajena (muy común), bien sea por nuestras propias torpezas (más común todavía).
INFANCIA: Período inicial de toda vida, en el que todo el mundo tiene más razón, todo el mundo es más alto, todo el mundo da más órdenes, grita más y le tiene a uno menos en cuenta. De igual modo, es una etapa de grandes carencias y de grandes descubrimientos que luego, andando los años, mitificaremos en gran medida merced a una adecuada programación del olvido, y que servirá para que podamos añorar atinadamente todo lo que en buena lógica no habremos conseguido en las etapas siguientes. Como compensación por tanta desgracia, queda la posibilidad de desdoblar la personalidad y de ejercer la imaginación (v.) o la fantasía (v.) de un modo increíble, como ya nunca más se volverá a experimentar.
INFANTICIDIO: 1. Modalidad de eugenesia aún prohibida en demasiados estados, sin entenderse bien por qué causas. 2. Una de las formas más recientes y duraderas de lograr fama audiovisual que, no obstante y a pesar del esfuerzo de determinados profesionales (sic) de dichos medios, no ha logrado aún dar el paso de la fama a la popularidad. Con todo, se sigue experimentando en dicha dirección a marchas forzadas.
INFELICIDAD: Estado de ánimo del 98 % de la población humana mundial durante el 98 % de su tiempo. El primer 2 % restante está compuesto por los aquejados de enajenación (v.) y otras locuras. El segundo viene dado por el cálculo de probabilidades y por los intrincados vericuetos del azar y/o de la casualidad.
INFELIZ: Aunque esta palabra podría derivar de la anterior, lo cierto es que designa a quienes consideramos faltos de luces o bien están tan poseídos de felicidad que nos es insoportable tolerar el espectáculo de sus vidas, por lo que en una arriesgada transgresión conceptual, se le atribuyen cualidades distintas de lo que la palabra en sí denomina.

Consulta aquí la serie completa

Deja un comentario