LO QUE IMPORTA ES LA FOTO

Contemplemos a la familia que ha contratado a la persona mimo por unas monedas. Es numerosa, hay tres niños y varios adultos. No sabemos cuánto le han dado a la bruja, pero el asunto está en que si lo han hecho no es para que ella haga su actuación, que acaso sería la esencia de cualquier espectáculo callejero (alguien interpreta un instrumento o ejecuta alguna acción cualquiera, a cambio de lo que buenamente la concurrencia entregue al final de dicho espectáculo). No. Ahora, la cosa tiene que ver más con la foto. El asunto es la foto. El objetivo de toda la transacción va a ser la foto. Por esas monedas (tal vez haya sido sólo una), entendemos que la bruja va a permitir hacerse una foto con ella. La bruja les importa, es posible que hasta les haya gustado su vestuario y sus formas, pero lo que lo que de verdad les impulsa es tener una foto. En realidad, varias, pues dos son los adultos que, fuera del marco de la imagen, ejercen de fotógrafos con dos aparatos distintos, una cámara compacta y un teléfono portátil. Es de creer que los dos que ejercen de fotógrafos aficionados luego intercambiarán sus puestos con el adulto que ahora posa con los críos. De modo que el asunto no está en ver lo que sucede por la calle, degustarlo, disfrutarlo, sino en generar imágenes que luego, ya en casa, nos permitan recordar y re-crear lo sucedido. Triste signo de unos tiempos donde cuenta más la fotografía tomada que el hecho vivido en sí. Así, no viviremos muy intensamente, desde luego. Y arte, lo que se dice arte, crearemos bien poco.

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