- Herodes se reivindica: “Jehová eliminó a todos los primogénitos de Egipto, y nadie le pide cuentas”
- Sorprende que el rey de Celama sea sólo un funcionario del ayuntamiento de Madrid que nunca cambia su apariencia
- Jack Kerouac le puso el título a su obra más conocida, tras una temporada de gozosa convivencia con la poesía de Antonio Machado
- Pleno de coherencia doctrinal, Ortega y Gasset se rebeló por fin contra las masas, y desde entonces no volvió a probar la pasta italiana
- Onán presenta una queja en la oficina vaticana para rehabilitar su imagen, mancillada por una confusión histórica, aunque él habla de mentira interesada
- El Conde Drácula contrató a un reputado psicoanalista vienés para indagar la naturaleza íntima de sus pulsiones. Hubo de cambiar de terapeuta a menudo. Ninguno contenía sus ansias
- El Correcaminos y el ratón Jerry, pillados en un saloon del Medio Oeste, en medio de una juerga descomunal. No paraban de contarse persecuciones. Comparaban sus finales. Y vuelta a reír y reír
- Homer Simpson siempre aspiró a ser Baloo, o como poco el Oso Yogui, pero nunca acabó de encajarle lo de la hibernación. Demasiados meses sin cerveza y un síndrome de abstinencia monstruoso, decía
- El emperador Cómodo aún se pregunta por qué en el cine siempre salió como parricida, cuando su padre murió en el lecho, enfermo de viruela. Él se justificó diciendo que sólo mataba esclavos, gladiadores, sirvientes, prostitutas, senadores…
- Antes de que todo sucediera, la familia de Calisto se carteó con los Montesco sobre unos trámites comerciales. Al mismo tiempo, el padre de Melibea recibió consultas de los Capuletos sobre unas inversiones en terreno francés. De ese modo, ¿cómo no iba a acabar todo como acabó?