NATIVIDADES (MICRORRELATO)

La primera vez que nací, la terrible tormenta que se abatió aquella tarde me anunció una vida llena de sosiego y placidez. La segunda, un sol intenso y brillante me anticipó los muchos peligros que soporté estoicamente todos los años que duró esa existencia. La tercera, era noche cerrada y las nubes lo cubrían todo, y no se podía ver ni una estrella; los arúspices pronosticaron con acierto que tendría una clarividencia sin igual. La cuarta tuvo lugar un día en que una gran cantidad de nieve mansa se había desparramado por los campos y acabó por cubrirlo todo; no hubo nadie que pronosticara ni anunciara nada: mi muerte tuvo lugar a los pocos días. Faltan pocas horas para la quinta y, hastiado ante tanta paradoja sin sentido, esta vez me negaré a aparecer de nuevo.

Deja un comentario