Friedrich Nietzsche, filósofo de frases contundentes, exhibidor de una radicalidad difícil de asumir, pero de una originalidad y honestidad más que probadas, y uno de los más utilizados para justificar lo que él jamás justificó, habló una vez sobre lo que pensaba de los que leen muchos libros y los miedos que suscitan los intelectuales para tantos fanáticos. Dijo lo siguiente:

No debes temer al que tiene una biblioteca y lee muchos libros; debes temer al que tiene un solo libro; y lo considera sagrado, pero nunca lo ha leído.

Yo eliminaría la coletilla final, después del “pero”, porque muchos que tienen sólo un libro lo han leído una y otra vez, pero el efecto es el mismo: si el espejo en que te miras sólo devuelve una imagen concreta, y siempre la misma, tienes un problema de irrealidad manifiesta que aboca al fanatismo, la gran lacra de los últimos siglos.