VIAJAR, VIVIR

Muchas veces me pregunto por qué viajar es una de las actividades sin las que no podría vivir. Cuando trato de explicarlo, tengo dificultades, porque yo mismo no lo entiendo bien del todo. Sin embargo, la realidad es ésa: si no viajo, no vivo; o vivo peor, o sólo sobrevivo. De modo que una primera salida podría ser que viajo…

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CONTEMPLACIÓN MORBOSA DE LOS ENCIERROS

Si sólo actuásemos conforme a la razón, acaso cometeríamos menos estupideces, tal vez viviríamos más, es posible que ciertas lacras humanas desaparecieran, pero seguramente todo ello nos parecería poco humano. Analizando muchos de los comportamientos que nos caracterizan, brotan de inmediato el espanto, la rabia o la incredulidad, cuando no una aleación de esas tres sensaciones, a la que se…

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UN PROYECTO INCONCLUSO, CASI NONATO

Hace casi once años, concebí una idea que desarrollar de forma diarística, que podría acabar siendo una novela o cualquier otro modelo literario. El proyecto se tituló provisionalmente Diario del transcurso y -como tantas veces- no pasó de su breve inicio, que aquí reproduzco en su integridad. “1 de enero Romper amarras, marcharse, continuar. Así de sencillo se puede comenzar…

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VINDICACIÓN DEL SILENCIO

Una caricia de silencio. Un zarpazo de silencio. Un impasse de silencio. Eso es lo que necesitamos tantas veces en la vida, y hasta varias a lo largo de un mismo día. El atronador ritmo de la existencia lleva aparejado demasiada cantidad de ruido medido en decibelios, pero también mucho ruido mental, mucha ganga desaprovechable que oculta la mena que…

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OBVIEDADES DE 1º DE JULIO

Hoy es el primer día del resto de mi vida. También, el primer día del mes de julio del presente año. Y, de igual modo, mi primer día de vacaciones tras el rápido curso 2013-14, que finalizó ayer. Las dos primeras frases muestran obviedades universales. La tercera, para quien conozca a qué me dedico, también, aunque particular. ¿Por qué escribo…

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LAS VECES QUE NO LLEGUÉ A MORIR -y III-

La tercera de las situaciones que pudieron abocarme a la muerte fue muy sencilla, muy rápida, muy común. Casi no admite relato previo. Es como un instante, un fogonazo, una cadena de movimientos bruscos que acaban de sopetón y que, milagrosamente, no tienen consecuencias porque la fortuna no hizo coincidir más testigos a dicho momento. Fue, gracias al azar, un…

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