UN PROYECTO INCONCLUSO, CASI NONATO

Hace casi once años, concebí una idea que desarrollar de forma diarística, que podría acabar siendo una novela o cualquier otro modelo literario. El proyecto se tituló provisionalmente Diario del transcurso y -como tantas veces- no pasó de su breve inicio, que aquí reproduzco en su integridad.

“1 de enero

Romper amarras, marcharse, continuar. Así de sencillo se puede comenzar un cambio drástico. Tan fácil como escribirlo y después cumplirlo. Mi vida ha terminado. Al menos, como la llevaba hasta ahora. No me gusta cómo vivo. No me gusta en lo que me he convertido. Es hora ya de dar un volantazo que me encamine en otra dirección. Y creo que ahora, mientras los demás cantan, bailan, cometen los excesos propios de una noche como ésta, es un buen momento para tomar mi decisión. Dejaré, pues, que el azar que me ha sobrevenido por sorpresa sea la yesca que me inflame. Me voy. No sé por cuánto tiempo ni hacia dónde, pero desde ahora viajaré al ritmo que me indiquen mis sentimientos y mi necesidad. El viaje será mi forma de vida. Mi viaje será mi transcurso. Con todo lo que ello comporte.

1 de febrero

Mis manos no han tomado contacto con el papel ni la pluma a lo largo de un mes exacto. No volveré a separarme ni un día más de mi cuaderno ni de esta única pluma que me acompañará a partir de ahora. Un mes exacto. Un mes que he ocupado en preparativos. También serán los últimos que haga. No quiero planificar nada más. Ya he planificado demasiado en esta vida. Demasiados años siendo viejo antes de serlo. Demasiados años previendo sin que lo temido llegara. Demasiados años perdiéndome demasiadas cosas. Demasiados años. No quiero desperdiciar ninguno más. A partir de este momento intentaré vivir todo lo que me sobrevenga. Lo bueno, lo malo. Sin negarme a nada. Construyéndome conforme la vida me modele. Asumiendo lo que soy sin pretender cambiarme. Y sé que todo esto suena también a proyecto, a planificación. Pero, no. Es todo lo contrario. Es una ruptura. Quienes me conocen pensarán que es otra falsa alarma. No les culpo. Pero ahora va en serio. Se acabó. Mañana me marcho.”

Deja un comentario