Durante muchos años, la mayor parte de lo que escribí lo hacía en mi diario, que había comenzado con 20 años, en 1983 (esto será referido en un próximo Hitos de mi escalera). Teniendo en cuenta que dejé de escribir en él hace una década, se podrá entender que a lo largo de tanto tiempo hubo períodos de mucha intensidad…
Recuerdo que no tuve unos comienzos memorables. En lo de las lecturas, digo. Porque yo, antes que leer libros, que en mi casa no había, fui un voraz depredador de todo cómic que cayera en mis manos. No me hice lector, como en sus reportajes apuntan muchos escritores con alguna obra maestra de la literatura infantil o juvenil, tipo Robinson…
Algo me bulle dentro. Siento una opresión que me suena, pero a la que no le puedo dar nombre ni identificar por completo. Es como un burbujeo previo al degüelle de los vinos espumosos, una congelación previa al destaponado obligatorio que elimine las heces acumuladas entre las que he venido macerando en los tiempos últimos. Llevo sin escribir de forma…
A veces hay que detenerse, para reequilibrar la marcha, que acaso no sea la que más satisfacciones íntimas nos depare. Cuando al menos no hay presión externa, todo se produce de una forma más suave, y las transiciones apenas se notan, porque brotan de un modo natural, casi necesario. Esta bitácora se detuvo hace meses. No lo hizo por agotamiento…
Estas Navidades, en una tienda de La Alberca (Salamanca) me compré dos azulejos con sendas frases, que deseé incorporar a los anaqueles de mi biblioteca. Una de ellas es muy famosa: se trata del “Carpe diem” de Horacio. La otra también es conocida, pero mucho menos: es de Voltaire, y dice “He decidido hacer lo que me gusta, porque es…
Cumplido el propósito del 2010, formulado ahora hace justamente un año, es natural que un nuevo proyecto cobije las formas que utilizo para expresarme, tanto con la fotografía como con la palabra. Todo proyecto ha de contener novedades. También, retos. Si no, uno se adocena, y tampoco quiere ser uno una docena, sino sólo ser uno, uno mismo, que no…
Pasado el año fotográfico en exclusiva, después del inicial en que se compartía imágenes y escritos, es muy probable que el ritmo perfecto para mis expectativas sea éste que el nuevo año inaugura. Fotos, a lo largo de seis días de la semana, alternando retratos con mis fotos habituales. Y el domingo, a modo de descanso visual, un pequeño cuento,…
Tras un parón demasiado prolongado, regresan a este espacio las fotografías y las palabras. Las primeras, en la misma línea (tampoco uno ha cambiado tanto en seis meses) y, espero, en idéntica cadencia. Las segundas, mucho más concentradas, deberán dejar paso a la imagen irremisiblemente, puesto que el proyecto inicial era demasiado ambicioso, y se “comía” otras parcelas. Ahora sólo…
Idea de proyecto del primer blog Fotografía y Palabra (en Blogspot)