PALABRERÍO CANALLA (57)

FELICIDAD: Estado utópico de máximo placer y ausencia de dolor, que sirve a la hora de vivir como señuelo hacia el que tender.
FELICITACIONES: Compromisos sociales de talante elogioso hacia otras personas, que se llevan a cabo con la idea en mente de que en otro instante pueda ocurrir lo mismo siendo nosotros los destinatarios, en adecuado ejercicio de reciprocidad.
FEMINIDAD: Abanico de características que diferencian a la mujer del varón, de las cuales unas le confieren superioridades notables y otras inferioridades de peso; dependiendo del ajuste o desajuste isostático entre ambas determinará si será una mujer como tantas o una mujer como pocas.
FEMINISMO: Movimiento reivindicativo negador de evidencias, martillo de injusticias a cambio de favorecer otras, y generador de polémicas de alto contenido erótico y morboso.
FETICIDA: Matador/a de fetos (vulgo nasciturus), ya sea por profesión, por divertimento, por error o por necesidad o, simplemente, por afición.
FIANZA: Diferencia monetaria que separa con nitidez el ingreso en la cárcel por una futesa del paseo tranquilo por la ciudad donde se han podido perpetrar atrocidades. Se trata de un modo diferenciador más entre quien puede y quien no puede, o sea, entre pudientes y los desgraciaos del común.
FIDELIDAD: Pretensión que se exige a los demás, a sabiendas de que los peticionarios-exigentes son los únicos que se podrán permitir el lujo de mantenerla o conculcarla, a voluntad, sin tener que dar las explicaciones que requieren de los otros.
FILATERÍAS: Palabras arteras que profiere el filatero (también llamado demagogo, también llamado charlatán, también llamado embaucador, también llamado político) a todos aquellos que se las merecen por creérselas a pies juntillas, sin dar lugar a una mínima reflexión o cotejo con los conocimientos propios.
FILAUCÍA: El amor supremo, el primero, el sustento de los demás amores, el esencial, o sea, el amor propio.
FILOCALÍA: Pasión por la Belleza, con mayúsculas, aun a sabiendas de que dicho término está sin determinar en sus límites y contornos, de que dicha pasión provoca rechazos y suspicacias, como consecuencia de la creencia de que se trata de una de las pocas cosas por las que merece la pena vivir, para poder vivir desde el punto de vista humano, precisamente, y no sólo del biológico.
pocas cosas por las que merece la pena vivir, para poder vivir desde el punto de vista humano, precisamente, y no sólo del biológico.

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