MI PALABRERÍO CANALLA (31)

CONFUCIANISMO: Religión oriental que los más lerdos confunden con una de las más populares artes marciales asiáticas, gracias al abuso con que se ingirió una serie televisiva de hace años y donde se veían las andanzas de un ex-monje ducho en tales artes, pero ignorante por completo de confucianismo, pues era budista. No sé si me explico, vaya.
CONFUSIÓN: Tótum revolútum que se origina ante la mezcla no ordenada ni sucesiva de ideas, sentimientos, o planes. Suele ser síntoma de magra inteligencia o de inadecuado uso de la misma, lo cual viene a suponer lo mismo a la hora de la verdad.
CONJURA: Conjunto de conversaciones entre personas que no suelen conversar, con vistas a incrementar el poder propio, para lo cual requieren previamente de la ayuda de otros que piensan lo mismo y a los que convendrá ir eliminando a su debido tiempo de forma progresiva y más o menos velada, para tocar a menos a la hora del reparto.
CONOCIMIENTO: Acción y resultado de comprobar por uno mismo lo que existe, lo que se piensa o lo que sucede, con el fin de atesorarlo en cámara recóndita, de donde sólo saldrá para que pueda servir de utilidad en el momento en que sea preciso; porque todo conocimiento es útil, y si no lo fuere, al menos servirá para engrandecer el ego propio, o bien empujar al alza las posibilidades combinatorias de nuestras posibilidades de actuación y de elección, que, en última instancia, son otras de las múltiples formas de la utilidad.
CONSPIRACIÓN: Conjura (v.) de características más ocultas que no acata el poder superior, sino que se rebela contra él, con el fin de ser superior en lugar del superior, o sea, califa en lugar del califa, sabiendo, eso sí, que desde el momento en que los conspiradores se hallen en la cúspide, deben hacer todo para intentar desarticular a los conspiradores que empezarán a conspirar contra los antaño conspiradores… La cosa sigue muy en plan dialéctico o círculo vicioso.
CONSTANCIA: Rutina laboral o sentimental que tiene bastante buena aceptación general; quizá porque la rutina es lo que menos asusta a la gente, pues permite prever su comportamiento y relajar las defensas durante un lapso de tiempo; o quizá porque con ella logran las medianías aparentar un remedo aproximado de creación.
CONSTITUCIÓN: Librito de lectura infumable, con estilo literario deplorable, que atesora el mayor número posible de pretensiones políticas falaces en el menor espacio posible. Dicha falacia ampliamente demostrada no es obstáculo para que se haya convertido en nuestros días en la estrella absoluta de los regímenes más desarrollados
CONSUELO: Lenitivo que permite adquirir fuerzas para cometer el próximo error.
CONTINGENCIA: Todo aquello que no tiene necesariamente que ocurrir, que incluso no pasa nada si no sucede, pero que de forma invariable y, siguiendo la ley de Murphy, pasa, ocurre, sucede. Y para peor, comme il faut.
CONTEMPLAR: Observar, ver con templanza, con serenidad, paladeando, sintiendo placer con ello, deleitándose con morosidad en su propio discurrir, dejando libre la imaginación. Qué morboso, ¿no?

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