MI PALABRERÍO CANALLA (15)

ASOMBRO: Susto admirativo o admiración asustada frente a lo que no suele ser habitual. Por desgracia, la televisión ha reducido esta interesante reacción a unos mínimos más que preocupantes y la ha confinado a determinados guetos literarios, a las reservas circenses, a las nuevas tecnologías, pero reduciéndose día a día.
ASTENIA: Desánimo o debilidad de origen múltiple y que se ha extendido a cualquier ámbito de la vida; tan es así que hasta la derrota del equipo de los amores o incluso un vaivén en el argumento de la telenovela del momento pueden causarla. Y no tiene necesariamente que ser primavera.
ASTROLOGÍA: Pseudoactividad que afirma a pies juntillas y sobre cualquier cadáver que las estrellas y otros cuerpos del firmamento no sólo piensan y se mueven, sino que con su movimiento y posición regulan la vida de la gente. Como si no tuvieran otras cosas mejores que hacer entre ellas.
ASTRÓLOGOS: Vivillos que aprovechan que los planetas y las estrellas no hablan lenguajes comprensibles en la Tierra, para poder ejercer de intérpretes y traductores no simultáneos para aquellos individuos tontorrones que aspiran a doctorarse en filología cósmica; todo ello, por un pellizco monetario, naturalmente.
ASTRÓNOMOS: Hastiados del mundo terrenal que vuelven sus ojos al espacio, donde creen encontrar una armonía disarmónica infinitamente más bella que la que se observa entre los seres vivos. Todos ellos requieren la ayuda de tratamiento psiquiátrico y de lentes de altísima graduación, y pueden reconocer el cambio de brillo de una enana marrón segundo a segundo, pese a lo cual no son capaces de distinguir las realidades más cercanas a cuatro coma treinta y cinco años luz, distancia de la estrella más próxima a la tierra, y mucho menos, atender las necesidades de sus cónyuges.
ASTUCIA: Habilidad de que dispone la inteligencia bien aplicada al campo práctico. Busca el engaño para lograr un fin o, en los casos puramente defensivos, para evitar que otros practiquen dichos ardides con uno mismo. En ambos casos, dicha habilidad es preclara condición de supervivencia.
ATAÚD: Cajón de madera o plomo que sirve para retardar por un tiempo la descomposición del cuerpo muerto que en él se introduce al darle sepultura, con el fin de que a los deudos les remuerda un poco menos la conciencia por haber deseado más o menos insistentemente la muerte a quien, por fin, murió.
ATEO/A: Aquel/lla iluso/a que emplea su valentía no sólo negando la existencia de los dioses, sino, de forma más ingenua aún, pretendiendo demostrarlo. Asombrosamente, no alcanzan el grado de locura sino un pequeñísimo porcentaje de quienes así piensan y actúan.
ATREVIMIENTO: Osadía que no alcanza el crédito de la temeridad (v.), ni el extremo cualitativo ésta, pero aun con todo permite evitar el abucheo de quienes nos rodean, e impedir la aplicación temporal o de por vida de apodos que hagan referencia al tamaño o a la carencia de nuestras gónadas primarias.

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