Pregunta 231 (v. pregunta 51)

¿Con qué frecuencia se detiene usted a reflexionar sobre el modo en que está viviendo y el rumbo que lleva su vida? ¿En qué aspecto será su vida más satisfactoria mediante el logro de sus objetivos? 

Con abundantísima frecuencia, casi permanente. Lo cual es muy bueno, y es muy malo. El hecho de que viva solo, contribuye a ello. Pero es que mi propia persona es de esas que se pasan media vida analizando lo que hacen en la otra media, (suponiendo que hagan algo). De todas formas, si así sucede es por interés puro y duro. Soy la persona que más me motiva, eso está muy claro. Me interesa mucho cómo vivo, cómo potenciar los aspectos mejorables, cómo paladear los aspectos positivos, cómo minusvalorar o sublimar los aspectos negativos. Creo que si no hubiera sido así, no habría sabido enfrentar la vida con la valentía que en alguna ocasión he demostrado bien a las claras. Así que me siento muy satisfecho por dicha toma de postura; que quede bien claro, si a estas alturas del cuestionario no lo está ya.

Por lo que respecta a la segunda pregunta, diré que en haber crecido y subido más escalones, porque una vez lograda una meta, lo que se debe hacer es diseñarse otra, más alta y compleja si cabe, para que pueda darse el transcurso, que es la esencia de nuestra vida, el viaje vital, el vivir la vida, la trayectoria. No lo es el fin, no hay fin para el ser humano. Lo único que nos justifica es lo que logremos a lo largo del transcurso. En este caso, al menos, lo importante son los medios, nunca los fines. Y dependiendo de cómo empleemos nuestras capacidades en desarrollar esos medios, nuestra vida habrá sido una pura atonía, un tormento, o por el contrario una maravilla con tan sólo unos cuantos puntos negros, inevitables, por otro lado.

Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron elaborados entre 1998 y 1999

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