LA MALA PRENSA DE CALATRAVA

No entiendo la polémica sobre el arquitecto Santiago Calatrava. Se puede ser un artista fascinante, y a la vez un pesetero infame (Picasso lo fue también). Se puede ser un inventor de nuevas fuerzas, y a la vez mala persona (Edison, mismamente). Se puede ser un arquitecto innovador en las formas, y a la vez estar apegado al poder más abyecto, de quien beber de continuo (Bernini, por poner un caso). Se puede de igual modo crear un estilo absolutamente personal, admirado en todo el mundo, y luego tirar de esa plantilla y repetir el esquema ad infinitum (Saramago, por proximidad geográfica). Y también dominar todas las artes plásticas, ser considerado un genio renacentista, y al tiempo cometer errores técnicos de bulto (Leonardo, como ejemplo preclaro). Así que menos argumentos éticos contra la estética. Ambas van por caminos diferentes. Vamos, que se puede ser un genio y un cabrón (de hecho, dicha asociación abunda). Pero ambas valoraciones no deberían mezclarse o colocarse en el mismo plano. Quien al criticar las obras en su estética, anteponga cuestiones morales o sus propios y diversos prejuicios, no tiene ni idea de lo que es el Arte.

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