JUEGO, FELICIDAD

Los gestos más puros son de quienes no nos miran, de quienes no se sienten observados. De entre ellos, los de los niños son los más sinceros, los más naturales, los más dignos de admiración.

Contemplar las evoluciones de un grupo de niños mientras juega es una gozada para los sentidos, en el más puro, estético (y humorístico) sentido del término.
Esta instantánea no fue, en cambio, tomada por mí, sino por otra persona que comparte mis gustos y algunas de mis principales aficiones, y que atiende por Isabel Fraga. El mérito es, pues, suyo. Yo sólo resalté un poco el resultado final

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