DISTINTA PREOCUPACIÓN

No sé por qué pasa de mí, por qué no me ve, si no paro de hacerle regalos (…sí, sí, tú vende, coño, que esa empresa está por bajar…), como por ejemplo en la fiesta de Andrea, el otro sábado, no paré de endulzarle la oreja (…que ya te dije que me lo notificó el contacto que tengo en Bruselas…), que si me encantaba su moto, que si la carrera del otro fin de semana había estado genial (…10.000 títulos, de momento… sí, joder, ¿no te lo acabo de decir?, que está cantado, sí…), pero el muy gili, igual que hace en clase, venga a tontear con la Cristinita de marras, que es que no la puedo soportar, con esa voz de pito (…venga, no te hagas el interesante conmigo, que tengo otras tres llamadas que hacer, tú, lo que te digo…), pero se va a enterar, porque esa pija no se va a llevar en un mes lo que a mí me ha costado curso y medio (…y también le dices a la chica que esta tarde en el hotel de siempre, pero que sólo dispondré de una hora…), antes le araño la cara, le destrozo el estuche, le pateo el móvil…

Deja un comentario